Hombres de grandeza

Como Hombres anhelamos ser grandes, nos gusta la conquista, queremos producir impacto, no nos gusta perder somos guerreros.

Nuestra grandeza es aprovechar al máximo el potencial que tenemos para la gloria de Dios y para el bien de los demás, es la expresión del Espíritu de un hombre hecho por Dios, mostramos grandeza cuando tratamos bien a los demás, hacer que se sientan bien, el precio de la grandeza es la responsabilidad y la humildad es tener un carácter bien formado y fuerte, no hay cualidad más grande en un ser humano que la humildad esto no es debilidad como se le ha hecho creer a muchos, simplemente significa someter nuestro poder a un control más alto es decir al reino de Dios, someternos a Dios.

Dios hizo de Moisés un gran hombre fue manso porque estaba dispuesto a servir a los propósitos de Dios para reflejar la gloria de Dios más que la suya, en la grandeza nunca tratamos de usurpar la gloria de Dios, el que se sujeta siempre va a tener un lugar de honra, el humilde vive sin contiendas, sin comparaciones, Dios recompensa la humildad, la grandeza de un hombre se mide por su humildad, el humilde aprende de sus fracasos y de los errores de otros, el humilde antes de juzgar comprende, el soberbio es el ser más tirano con los demás, solo habla de lo suyo, busca aplausos, no conoce límites, pero a la vez su soberbia es su propio fracaso, pierde el sentido de las proporciones, su ambición será su propia derrota, la palabra de Dios habla en Santiago 4:6 Dios se resiste a los soberbios y da gracia a los humildes.

El humilde reconoce sus errores, reconocer la derrota es el camino del triunfo, triunfe sin humillar, el humilde siempre esta en la bisqueda de la verdad, no se cree con la verdad completa, la humildad brilla por sus frutos, no hace alarde de nada, no ejercen ningún protagonismo, muestra resultados sin hacer ruido.

1 Corintios 10:31 Así que , sea que coman o bebano cualquier otra cosa que hagan, haganlo todo para la gloria de Dios.

Nuestras acciones deben ser motivadas por el amor a Dios, para que todo lo que hagamos sea para su gloria, mantenga esto como un principio, todo lo que hagamos que sea con excelencia como para el Señor, así tendremos el favor de Dios y del hombre, Dios nos va a premiar con honra, el mundo nos puede menospreciar pero Dios nos va a honrar.

El plan de Dios es promover su reino y para ello esta buscando hombres que se pongan a la altura de las circunstancias y apuesten a la grandeza, fuimos hecho como hombres para la grandeza, esta bien anhelarla, muchos se conforman solo con estar bien, con arreglárselas con vivir una vida rutinaria y corriente, muchos de los problemas que enfrentamos hoy se debe a que los hombres piensan en ambiciones pequeñas o no piensan en la grandeza, vivimos en una cultura que ha cambiado el precio de la grandeza, le ha dado mucho valor a las cosas materiales, al éxito de una carrera profesional o a una posición , pero no considera valioso la integridad, la familia, entender el valor de la verdadera grandeza es la clave para vivir una vida con propósito.

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