Consejería matrimonial cristiana

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Consejería para matrimonios cristianos

INTRODUCCIÓN

Lo primero que debemos entender es que el matrimonio es un regalo de Dios para construir una familia, para hacer feliz a mi pareja y disfrutar de una vida con propósito, cuando tomamos esta decisión trascendental sabemos que es para toda la vida, porque escogimos a nuestra pareja indicada con la guía del Espíritu Santo. En este blog te vamos a dar una consejería matrimonial cristiana.

El matrimonio es idea de Dios, es el viaje más hermoso de la vida, la esencia del matrimonio es un pacto donde hay compromiso y responsabilidades, y se hace delante de Dios y de testigos.

Es un compromiso de ese amor y fidelidad, para toda la vida a perseguir juntos objetivos para construir un hogar, pero siempre tenemos que tener en cuenta a Dios para nuestro proyecto. EL FUNDAMENTO ES JESUS.

Hoy trabajamos junto con mi esposa con parejas en la restauración y fortalecimiento de su relación, usando herramientas adecuadas en la sanidad del corazón y de patrones que traemos de nuestro pasado, somos convencidos que si sanamos primero nuestro corazón es muy fácil tener un matrimonio saludable.

Mateo 19:4-6

“Jesús respondió: ¿No han leído las Escrituras? Allí está escrito que, desde el principio, “Dios los hizo hombre y mujer”. 5 y agregó: “Esto explica por qué el hombre deja a su padre y a su madre, y se une a su esposa, y los dos se convierten en uno solo”. 6 como ya no son dos sino uno, que nadie separe lo que Dios ha unido.”

El matrimonio es una bendición, es la base de la unidad familiar y la familia es el mejor proyecto de Dios.

Una nueva vida familiar es una recompensa por seguir a Dios.

Los valores delineados en la palabra de Dios incluyen el amor, el servicio, la honestidad, la integridad y la oración.

Estos son beneficios vitales para la vida de una familia. Está bendición es para los que temen, aman y honran al Señor, Siempre habrá suficiente provisión, mientras los dos estemos de acuerdo y decidamos amar y seguir a Cristo como centro de nuestras vidas.

Las buenas esposas son fructíferas en amor, paciencia, Bondad, ahorro, y afecto, son nuestro complemento y ayuda idónea, son quienes embellecen nuestro hogar, sus oraciones nos levantan y fortalecen, nosotros somos protección, guía, proveedores, seguridad, afirmación, las dignificamos, somos restauradores, esta es la radiografía de lo que significa un matrimonio conforme a la voluntad de Dios.

Para tener en cuenta

Hay algo que debemos ser conscientes y es que el enemigo odia el matrimonio, su plan en lo que se la pasa trabajando todo el tiempo es matar y destruir los matrimonios.

Y con el pasar de los días viene la desilusión, el desánimo, el desaliento, el distanciamiento, la discordia y empezamos a perder el romanticismo y vienen los conflictos y es allí donde debemos hacer un alto y pedir ayuda a personas con autoridad donde trabajen con la sanidad de nuestro corazón.  

Como Ministerio Dios nos ha permitido trabajar con las familias para sanar, restaurar y fortalecer sus hogares, venimos de un matrimonio fracturado hace cerca de 20 años y aunque buscamos ayuda de diferentes profesionales, el único quien nos pudo restaurar fue Dios usando a una Iglesia donde trabajaron con nuestro corazón.

Revisemos cómo es el matrimonio según los preceptos de Dios:

1. El matrimonio es como una construcción

Prov. 24:3-5

Una casa se edifica con sabiduría y se fortalece por medio del buen juicio. Mediante el conocimiento se llenan sus cuartos de toda clase de riquezas y objetos valiosos. El que es sabio tiene gran poder, y el que es entendido aumenta su fuerza.”

Creemos que el matrimonio es como una construcción. Identificamos tres tipos de constructores:

  • Los primeros, aquellos que construyen desde cero. Esos son los solteros que se quieren casar.
  • Los segundos, aquellos que se la pasan haciendo remodelaciones en su matrimonio, para mejorar las cosas, allí nos vemos nosotros. 
  • Los terceros, son aquellos que construyeron un día pero que lamentablemente se destruyó algo y tienen que volver a restaurar todo. 

Lo bueno es que la Palabra del Señor aplica para los tres, para ayudar en toda esa construcción tan hermosa que están haciendo. Antes de comenzar cualquier tipo de construcción, nosotros tenemos que acudir a aquel que lo diseñó. 

 Salmo 127:1

“Si el Señor no edifica la casa en vano se esfuerzan los albañiles. Si el Señor no cuida la ciudad en vano hace guardia los vigilantes.

2. Su Palabra es nuestro fundamento para construir

¿Cuál es la clave para un matrimonio saludable? Nos hemos dado cuenta que no se trata de una cosa específica, sino los fundamentos que nos han sostenido a través de los años. No son pasos uno, dos o tres para hacer y seguir, sino que hemos decidido usar la Palabra de Dios como un FUNDAMENTO.

Cuando hablamos de un fundamento, debes asociarlo a la construcción. Cuando construyes una casa, es imposible si no construyes una base o una zapata que es el soporte, es el fundamento que sostiene el edificio o casa que vas a construir. 

Es importante que ese fundamento no esté basado en nuestras opiniones, o en nuestros conceptos que traemos del pasado, sino en la poderosa Palabra de Dios, la cual determina los parámetros de la construcción.  Hemos decidido tener como fundamento de nuestro matrimonio la Palabra de Dios. 

La Biblia nos Capacita, nos enseña a ser Esposos, nos dice cuáles son nuestras funciones y responsabilidades, nos instruye cómo construir nuestra relación basada en el perdón, Aceptación. Paciencia. Humildad. Misericordia… y el Propósito de Dios como pareja y con nuestros hijos.

Mateo 7:24-27

“Por tanto, todo el que me oye estas palabras y las pone en práctica es como un hombre prudente que construyó su casa sobre la roca. 25 Cayeron las lluvias, crecieron los ríos, y soplaron los vientos y azotaron aquella casa; con todo, la casa no se derrumbó porque estaba cimentada sobre la roca. 26 Pero todo el que me oye estas palabras y no las pone en práctica es como un hombre insensato que construyó su casa sobre la arena. 27 Cayeron las lluvias, crecieron los ríos, soplaron los vientos y azotaron aquella casa. Esta se derrumbó, y grande fue su ruina».

 Salmo 119:105

 “Tu palabra es una lámpara a mis pies; es una luz en mi sendero.”

 Hebreos 4:12

 “Ciertamente, la palabra de Dios es viva y poderosa, y más cortante que cualquier espada de dos filos. Penetra hasta lo más profundo del alma y del espíritu, hasta la médula de los huesos, y juzga los pensamientos y las intenciones del corazón.”

¿Cuál es ese versículo que tu crees y declaras sobre tu matrimonio, sobre tu hogar?

3. Alguien que esté dispuesto y sea Intencional en Construir

Hablaremos de los constructores, ya que son necesarios para levantar cualquier construcción. El Señor está buscando constructores que estén dispuestos a provocar cambios. La Palabra habla de un gran constructor, Nehemías. En el capítulo uno narra cómo se hizo intencional en producir cambio. 

Nehemías 2:17-18

“Por eso les dije: Ustedes son testigos de nuestra desgracia. Jerusalén está en ruinas, y sus puertas han sido consumidas por el fuego. ¡Vamos, anímense! ¡Reconstruyamos la muralla de Jerusalén para que ya nadie se burle de nosotros! Entonces les conté cómo la bondadosa mano de Dios había estado conmigo y les relate lo que el rey me había dicho. Al oír esto, exclamaron: ¡Manos a la obra! Y unieron la acción a la palabra.”

En toda relación, sin importar en qué temporada se encuentren, necesitamos que se levante por lo menos uno que quiera provocar cambios y sea intencional en traer esa construcción.

Hoy disfrutamos de un matrimonio hermoso, no perfecto, porque los matrimonios perfectos no existen, pero rendidos a Dios. Yo soy producto de una restauración con mi esposa hace veinte años, después de pasar por una crisis muy difícil de infidelidad.

4. Identificar las áreas vulnerables

Todo constructor necesita identificar las áreas vulnerables de la construcción para así poder arreglar las cosas. Nehemías identificó las áreas vulnerables de los muros, los más descubiertos y desguarnecidos.

Dentro del matrimonio debemos identificar las áreas débiles. Voy a ver las áreas débiles de mi esposa y ella las mías. Pero más que atacar las debilidades, es fortalecer esas debilidades y juntos crecer.

Nosotros hemos decidido celebrar más las virtudes que los defectos. Pero para eso requiere que nos dediquemos a guardar esos defectos, esas áreas vulnerables, corregirlas con amor y con misericordia. No está en posición de señalarnos, juzgarnos y hacernos sentir mal. 

Nehemías 4:13

“Así que puse a la gente por familias, con sus espadas, arcos y lanzas, detrás de las murallas, en los lugares más vulnerables y desguarnecidos.

Hebreos 4:16

“Así que acerquémonos confiadamente al trono de la gracia para recibir misericordia y hallar la gracia que nos ayude en el momento que más la necesitemos.

1 Corintios 13:4-8

“El amor es paciente, es bondadoso. El amor no es envidioso ni jactancioso ni orgulloso. 5 no se comporta con rudeza, no es egoísta, no se enoja fácilmente, no guarda rencor. 6 el amor no se deleita en la maldad, sino que se regocija con la verdad. 7 todo lo disculpa, todo lo cree, todo lo espera, todo lo soporta.8 El amor jamás se extingue, mientras que el don de profecía cesará, el de lenguas será silenciado y el de conocimiento desaparecerá.”

5. Seamos Guardianes de nuestro hogar

Este último punto es importante, necesitamos luchar por nuestro hogar. No luchamos unos contra otros, Iris no es mi enemiga, ni yo soy su enemigo. Iris es mi aliada en esto, somos un cordón de tres dobleces con Dios, quien está a nuestro favor. 

Parte de construir un matrimonio saludable es saber que nos levantamos como guardianes de nuestro hogar, que somos uno y que unidos en el Señor tenemos el poder para vencer cualquier cosa.

Nehemías 4:14

“Luego de examinar la situación, me levanté y dije a los nobles y gobernantes, y al resto del pueblo: «¡No les tengan miedo! Acuérdense del Señor, que es grande y temible, y peleen por sus hermanos, por sus hijos e hijas, y por sus esposas y sus hogares».”

Juan 10:10

“El ladrón no viene más que a robar, matar y destruir; yo he venido para que tengan vida, y la tengan en abundancia.”

Romanos 8:31

“El ladrón no viene más que a robar, matar y destruir; yo he venido para que tengan vida, y la tengan en abundancia.”

Conclusión

No peleamos con armas físicas, sino con armas de la fe, con la oración, con las buenas palabras, no de herir a nuestro cónyuge, sino de animarlo. Dios vendrá a ayudarte y llenarte de esperanza. 

La palabra de Dios dice que en la multitud de consejeros está la sabiduría, cuando estemos pasando por tormentas en nuestro matrimonio es importante pedir consejo y no dejarnos hundir, levantemos la mano y pidamos ayuda eso no nos debe dar vergüenza, eso hacemos el cuerpo de Cristo, nos ayudamos unos a otros, nos edificamos unos a otros.

Si estás pasando por un momento difícil escríbenos por WhatsApp, para ayudarte con una consejería matrimonial cristiana.

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