La vida es de momentos
Como adultos muchas veces tenemos los pensamientos en muchas actividades diarias, entre las obligaciones, responsabilidades, la econom\u00eda, la salud, entre otras cosas; dejamos de experimentar esos momentos \u00fanicos que se viven en el aqu\u00ed y ahora.
Los hijos nos ense\u00f1an a vivir y a disfrutar cada momento de nuestra vida; ellos siempre transformar\u00e1n cualquier momento en especial, divertido y lleno de aprendizaje. Son agradecidos, elocuentes, creativos y saben ser felices con lo que tienen. Ellos no piensan en el futuro ni en el pasado, solo viven su d\u00eda a d\u00eda.
3. No son rencorosos
Mateo 19: 14 Jes\u00fas dijo: Dejen que los ni\u00f1os vengan a mi y no se lo impidan, porque el reino de los cielos es de quienes son como ellos.
La inocencia de un ni\u00f1o no refleja ignorancia, ingenuidad, refleja la ilusi\u00f3n, la imaginaci\u00f3n, su limpia y maravillosa manera de ver las cosas, una de las cosas que debemos admirar y aprender de los ni\u00f1os es su gran capacidad para perdonar y de olvidar. Tal vez, puedan reaccionar con cierta molestia o enojo cuando se sientan agredidos por otros.
Sin embargo, esos sentimientos son olvidados en unos cuantos minutos, puesto que se reconciliar\u00e1n enseguida y seguir\u00e1n jugando felices de la vida. Prov.: 17: 9 El que perdona la ofensa cultiva el amor, el que insiste en la ofensa divide a los amigos.
Es ah\u00ed precisamente la lecci\u00f3n de vida que debemos aprender los adultos, a dejar el rencor y los sentimientos negativos que nos provocan las personas que nos rodean, para continuar con nuestra propia vida, aprendiendo a perdonar.
4. Ser perseverantes
Cuando las cosas no salen como esperamos es muy f\u00e1cil darnos por vencidos. Esta lecci\u00f3n que nos ense\u00f1an los hijos es precisamente que debemos continuar una y otra vez intentando alcanzar nuestros sue\u00f1os, ya que ellos siempre lo hacen.
Para ellos no hay l\u00edmites, no existen obst\u00e1culos y todo lo que quieren lo pueden obtener, siempre y cuando sean perseverantes. G\u00e1latas 6: 9 No nos cansemos, pues de hacer el bien; porque a su tiempo cosecharemos, si no nos desanimamos.
As\u00ed que nosotros debemos adoptar esta lecci\u00f3n y aplicarla en nuestra vida, seguir conquistando nuestros sue\u00f1os ser\u00e1 algo que nos mantendr\u00e1 ocupados e ilusionados.
5. Ser fuertes y valientes
Esta es una palabra que les repetimos a nuestros hijos cuando tienen miedos, dudas o inseguridades. Sin embargo, muchas veces no la aplicamos a nuestra propia vida y no creemos ser tan valientes o fuertes. Salmo 56: 3 Cuando siento miedo pongo en ti mi confianza.
La diferencia es que los hijos s\u00ed se creen que son valientes y por ello es que logran superar sus miedos f\u00e1cilmente. Debemos aprender que tenemos la capacidad y la fuerza interior que nos har\u00e1n invencibles, fuertes, resistentes a todo lo que nos cause dolor, malestar o afecte.
Los ni\u00f1os pueden ense\u00f1arnos muchas lecciones de vida, por ello debemos estar atentos para aplicar esos aprendizajes en nuestro d\u00eda a d\u00eda. Nunca debemos subestimar a los ni\u00f1os por su corta edad o por su falta de madurez, muchas veces te sorprender\u00e1s de lo mucho que ellos tienen para ense\u00f1ar a los adultos. <\/li><\/ol>\n\n\n\n1 Timoteo 4:12 No permitas que nadie te subestime por ser joven, se un ejemplo para todos los creyentes en lo que dices, en la forma en que vives, en tu amor, tu fe y tu pureza.<\/p>\n","protected":false},"excerpt":{"rendered":"
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